Claudia Sheinbaum hace historia como la primera mujer presidenta de México
Claudia Sheinbaum, científica climatóloga galardonada con el Premio Nobel, ha logrado un hito histórico al convertirse en la primera mujer presidenta de México. Su aplastante victoria electoral marca un momento significativo para el país y promete continuidad con las políticas progresistas de su mentor y líder saliente, Andrés Manuel López Obrador. Sheinbaum, de 61 años, obtuvo entre el 58,3% y el 60,7% de los votos, según el recuento rápido por muestreo del instituto electoral INE, lo que la convierte en la candidata con más apoyo en unas elecciones presidenciales mexicanas desde el fin del régimen de partido único en 2000.
Un homenaje al legado de López Obrador
En su discurso de victoria, Sheinbaum expresó su gratitud hacia López Obrador, reconociéndolo como «un hombre excepcional, único, que ha transformado a México para mejor». El mandato de López Obrador fue testigo de importantes logros, como la duplicación del salario mínimo, la reducción de la pobreza, el fortalecimiento del peso y el mantenimiento de bajos niveles de desempleo. Estos éxitos impulsaron su popularidad y desempeñaron un papel crucial en el triunfo de Sheinbaum. Sin embargo, los analistas sugieren que seguir sus pasos supondrá un reto considerable para ella.
Romper barreras en una cultura machista
La victoria de Sheinbaum es especialmente trascendental para México, un país tradicionalmente caracterizado por una cultura machista y hogar de la segunda mayor población católica romana del mundo, que históricamente ha defendido valores y papeles más tradicionales para la mujer. Su elección se considera un importante paso adelante para la igualdad de género en la política mexicana. «Es un momento histórico, especialmente para las mujeres», dijo Arlyn Rivera, una estudiante de 24 años que celebraba la victoria de Sheinbaum en la plaza del Zócalo.
Superar a la oposición
La principal rival de Sheinbaum en la oposición, Xóchitl Gálvez, reconoció su derrota al obtener sólo entre el 26,6% y el 28,6% de los votos, según los resultados preliminares. La victoria de Sheinbaum no sólo abre un nuevo camino para México, sino que también la sitúa como la primera mujer que gana unas elecciones generales en Norteamérica, uniéndose así a las filas de países latinoamericanos como Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Honduras, Nicaragua y Panamá, que han elegido a mujeres para el cargo más alto.
Desafíos futuros: Déficit presupuestario y problemas de seguridad
Sheinbaum ha prometido ampliar las políticas de bienestar que alimentaron la popularidad de López Obrador y su propio éxito electoral. Sin embargo, hereda un abultado déficit presupuestario y un bajo crecimiento económico, lo que convierte esta tarea en todo un reto. Su agenda se beneficiará de un apoyo sustancial en el Congreso, con unos resultados de recuento rápido que indican que su partido gobernante, Morena, y sus aliados van camino de una posible supermayoría en ambas cámaras del Congreso.
A pesar de su compromiso de mejorar la seguridad, Sheinbaum aún no ha presentado planes detallados. Las recientes elecciones fueron las más violentas de la historia moderna de México, con 38 candidatos asesinados, lo que subraya los enormes problemas de seguridad del país. Muchos analistas señalan que los grupos del crimen organizado ampliaron su influencia durante el mandato de López Obrador, contribuyendo a los altos niveles de violencia. El asesinato de dos personas en colegios electorales del estado de Puebla el día de las elecciones puso aún más de relieve estos problemas.
Relaciones con Estados Unidos y dinámica regional
La victoria de Sheinbaum ha sido recibida con felicitaciones por parte de los jefes de Estado de la región. El presidente colombiano, Gustavo Petro, señaló: «México eligió a una progresista como la primera mujer presidenta de su historia. Es un triunfo para el pueblo mexicano y para su democracia». Entre sus retos estará navegar por las tensas negociaciones con Estados Unidos sobre los grandes flujos de migrantes con destino a Estados Unidos que cruzan México y la cooperación en materia de seguridad sobre el tráfico de drogas en medio de la epidemia de fentanilo en Estados Unidos. Estas negociaciones pueden volverse más complejas si Donald Trump gana la presidencia de EE.UU. en noviembre, dada su postura de línea dura respecto a México.
Desafíos internos: Infraestructuras y crecimiento económico
En casa, Sheinbaum se enfrenta a importantes retos domésticos, como abordar la escasez de electricidad y agua y atraer a los fabricantes para que se deslocalicen como parte de la tendencia al nearshoring. También debe abordar los problemas que rodean a Pemex, el gigante petrolero estatal, que ha visto disminuir su producción durante dos décadas y está agobiado por la deuda. «No puede ser que haya un pozo sin fin en el que se ponga dinero público y la empresa nunca sea rentable», comentó Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs. «Tienen que replantearse el modelo de negocio de Pemex».
Construyendo su propio legado
La influencia de López Obrador se cernió sobre la campaña, con esfuerzos para enmarcar la votación como un referéndum sobre su agenda política. Aunque Sheinbaum ha rechazado las afirmaciones de la oposición de que sería una «marioneta» de López Obrador, se ha comprometido a continuar muchas de sus políticas, especialmente las destinadas a ayudar a los más pobres de México. «Hay una expectativa de que ella continuará las políticas de López Obrador pero también se convertirá en su propia presidenta al mismo tiempo», dijo Jason Marczak, director senior del Centro Adrienne Arsht para América Latina del Atlantic Council. Destacó que es probable que su administración sea más tecnocrática y menos dependiente de los caprichos del presidente, resaltando su reputación de eficiencia como alcaldesa de Ciudad de México.
El analista político Viri Ríos añadió que el sexismo influyó en las críticas de que Sheinbaum sería una marioneta. «Es increíble que la gente no pueda creer que ella vaya a tomar sus propias decisiones, y creo que eso tiene mucho que ver con el hecho de que es mujer», dijo Ríos.
